El 9 de noviembre del año 2000 arribaron a este país los tres primeros Padres Misioneros de Guadalupe para servir en la Diócesis de Chimoio.
Ellos fueron los PP. Antonio Estrada, Enrique Hernández y Antonio García. Poco tiempo después (22 Dic. 2001) llegaron los PP. Alejandro Cervantes e Ignacio Cortéz y poco después (Abril 20202) el P. Hugo Hernandez. El 2 de Abril del 2003 llegó el P. Alejandro Molina y en septiembre del 2004 el P. Joaquin Toris.
En febrero del 2005 el P. Eduardo Mayorga, diocesano de Monterrey, que estaba como misionero en la diócesis de Inhambane (Mozambique), al acabar su contrato allá pidió para continuar la experiencia como asociado a M.G. En julio del 2005 llego el diácono Hugo Ciprian quien realizaria un trabajo pastoral pedido por el colegio Hekima de Kenya, mientras realizaba su diaconado.
2007 se unen a la misión dos misioneras seglares: Chelo (arquitecto) y Lolita (contadora).
En 2008 llega el P. Gerardo Guajardo y en 2009 el P. Edgardo Meza (diocesano de a diócesis de Cd. Valles) y el P. Roberto Figueroa.
También se incorporan las misioneras seglares: Norma (de Mty) y Alma (Edo. de Mex.)
En 2010 el diácono Damian Bernal que estudió en Kenya, para tener su servicio diaconal en Mozambique.
Así ha sido el caminar y el paso de los misioneros de guadalupe por este país. Actualmente permances aqui: PP. Antonio García, Ignacio Cortéz, Alejandro Cervantes, Joaquín Toris, Gerardo Guajardo, Edgardo Meza, Roberto Figueroa; el diácono Damian Bernal y las misioneras seglares: Chelo, Lolita, Norma y Alma.
UNA PROPOSICIÓN AMOROSA
“Los misioneros, en virtud de la presencia del Espíritu en las culturas de los hombres,
cosecharán siempre donde no sembraron y de esto nunca pueden olvidarse,
bajo pena de transformar la misión en imposición en vez de proposición amorosa,
bajo pena de truncar o encubrir las culturas y no reconocerlas en su alteridad e identidad específica.
Pero el misionero también sentirá el deber de anunciar el evangelio a tiempo y contratiempo:
-Ay de mi si no anuncio el evangelio-, dirá San Pablo.”
Baur John, 2000 años de cristianismo en África, Paulinas
P. Eduardo Mayorga
Padre de la arquidiócesis de Monterrey con piel de misionero.
El Padre Eduardo acabó su experiencia misionera en Mozambique. Al principio estuvo en la diócesis de Inhambane, junto con otros padres de la arquidiócesis de Monterrey, y cuando acabaron su servicio allá, el le pidió permiso a su arzobispo para continuar su experiencia en estas tierras mozambiqueñas, permiso que le fue concedido, pero para no estar solo se hizo un contrato con Misioneros de Guadalupe, y así llegó a la diócesis de Chimoio donde nos encontramos.
En su paso por esta diócesis colaboró en las parroquias de: Machipanda, Amatongas y Guro, además de ser un gran apoyo en el seminario medio que está a nuestro cargo.
Este Diciembre pasado regresó a México, a su arquidiócesis, dejando muchos lugares y personas llenas de Dios y que sin duda alguna lo recordarán con alegría.
Padre Eduardo, como decimos aca: "Estamos juntos" animo en este nuevo servicio que te encargará nuestro Señor, y ahora en tu misma tierra.
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